La hora del cuentito

Había una vez, un señor muy bueno. Tan bueno era, que un día fue elegido en el Vaticano, para ser en nuevo papa.
Conocido como el papa sonriente, este señor, siguió siendo bueno cuando asumió su cargo. Y se propuso una serie de objetivos, muy nobles para con sus fieles.

1º quitar el celibato
2º Abrir la biblioteca secreta al mundo
3º Utilizar las riquezas vaticanas para ayudar al mundo
4º desenmascarar todas las mentira y secretos
5º quitarle los privilegios a la alta curia
6º no intervenir en las decisiones políticas sino en lo espiritual

Todos en la Iglesia, estaban muy contentos con estas decisiones. Hasta que un día... aparecieron los templarios malos, que se infiltraron en la Iglesia. El papa, Luciani,así se llamaba, pidió inmediatamente una investigación, y se puso muy triste por tener cerca a gente que quería hacer el mal.
Sus amigos, que eran quienes trabajaban con el, se ponían también tristes, al ver el rostro melancólico del papa que tanto admiraban, así que un día le llevaron un tecito para que pudiese reconfortar su espíritu.
Al otro día el querido papa, se había ido al cielo. Su cuerpo sin vida yacía en la cama, tibio y rosado. Esas son cosas que algunos, mal pensados, concederán signos de envenenamiento por cianuro. Pero no, ¿como seria posible, si fueron sus propios amigos los que prepararon su té?
Estos amigos, al poco tiempo descubrieron la verdad. El papa, cuando se entero que el sagrado lugar estaba invadido por los templarios malos, sintió tanto dolor en su corazoncillo, que se murió. Era clarisimo. Y terriblemente triste.
Sus deudos directos, sintieron, que una autopsia, seria algo que impediría que Lucianni pudiera dormir en paz, así que para protegerlo de las manos corruptas de la ciencia,decidieron que lo mejor seria embalsamarlo inmediatamente.
La monjita que siempre lo atendía,resulto ser finalmente una muy mala amiga, ya que ella buscaba la autopsia y estaba dispuesta a dar declaración. Pero los otros amigos, le hicieron comprender "de muy buenas maneras". que lo mejor era evitar esta autopsia ya que eso no seria lo que el ex papa hubiese querido. Por otro lado la hermana Vincenza, decidió tomar un voto de silencio al respecto de este tema, en forma "absolutamente voluntaria"